martes, 22 de febrero de 2011

Querida infancia:

Querida Infancia:
No sé donde te fuiste, pero te echo de menos. Te acuerdas toda la cantidad de sueños que te contaba, pues sigo esperando que se cumplan. He de decirte que no he vuelto a encontrar ningún juguete adaptado a la etapa que me toca vivir que me proporcione la alegría que me daban las muñecas, la cubertería de plástico barata o la caja registradora. Antes, contigo, todo era fácil, mamá y papá siempre estaban allí, y lo bien que te hablaba de ellos, creí que eran la burbuja que me protegería de todo, pero ya me di cuenta de que eso no es así. Tengo que enfrentarme a un mundo que parece simple y está lleno de mierda, no es como el que imaginábamos, no hay princesas, pero sí brujas, y que decir de los príncipes azules, aún no he visto ninguno, hay mucho intento de caballero pero al final todos se caen del caballo.. No hay amor por las calles, si no todo lo contrario, la gente solo mira su propio ombligo y de vez en cuando muestran algo de afectividad, pero nada que ver como las que me daban las hadas, y los dibujos animados. Jugar a papás y a mamás no ha pasado de moda, a la mayoría de las niñas les sigue gustando, y los niños parecen encantados. Y qué decir de la tiza que aspirábamos por la nariz, ese es otro juego que se sigue haciendo pero ahora se llama Cocaína, y la mezcla de fanta y coca-cola que parecía una bomba, ahora hace con vodka y lima.
La plastilina, ya no la utilizamos, ahora intentamos amoldar a la gente según nos interesa, y que decir de mi querido Baby Born, hay muchas niñas como yo que les aburría tanto jugar que quisieron vivir, y ahora tienen uno como el mío, pero el suyo es de verdad, tiene vida. También me acuerdo de la navidad, las luces de las calles, los reyes magos que venían de oriente y sobre todo el espíritu que se notaba en esta época, ahora nada de eso ocurre, cuando llega navidad estamos ansiosos de dejar de ir al colegio, sí, a ese colegio en el que tanto disfrutaba dibujando animales y sumando con números de dos cifras, fíjate, ahora ya multiplico y hallo logaritmos. Como ves todo sigue igual, pero todo ha cambiado. Espero que te vaya bien, supongo que ahora estarás al lado de otro que fue como yo, siempre me acordaré de ti.
Un beso.